Esto eran los filisteos que fueron a atacar a los israelitas con su ejército. Entonces los israelitas fueron a su encuentro con otro ejército. Y se encontraron cada uno a un lado de un valle. Entonces ambos acamparon y esperaron.
-¿Tiene alguno de vosotros pelotas de enfrentarse a mí? ¡Yo desafío a vuestro mejor soldado!¡Venga!
Pasaron 40 días y Goliath seguía desafiándoles, pero nadie se atrevía a batirse con esta bestia. Hasta que uno, que era pastor y se llamaba David, aceptó su desafío. Entonces Goliat corrió hacia él armado con su espada, su lanza y su jabalina. David sólo tenía una onda, que usaba para cazar. Pero resulta que era muy bueno manejándola. Y ondeándola sobre su cabeza y soltandola, lanzó una piedra a la cabeza misma del gigante a una velocidad terrible.
Y así fué como David mató a Goliat. Tras esto, a los israelitas se les subió tanto la moral que atacaron y aplastaron al enemigo. Y más tarde David acabaría coronado rey de los israelitas.
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